Reflexiones CECCAA sobre Fracking

Dado el creciente debate social que está suscitando la técnica de Fracturación Hidráulica o Fracking, los profesionales de las Ciencias Ambientales queremos aportar una reflexión que evalúe el interés público de estos proyectos y la compatibilidad de éstos con los valores sociales, ambientales, económicos y de salud pública que permitan el desarrollo de un modelo energético sostenible para el país.

Puedes descargarte completo el documento Reflexiones sobre la idoneidad de la fracturación hidráulica como técnica sostenible para la obtención de gas no convencional enEspaña, que de forma sintética se podría plasmar en los siguientes puntos:

 

  • El debate sobre el uso de la Fracturación Hidráulica debe ser global. Siendo los diferentes impactos detectados muy graves, lo esencial es que esta técnica supone prolongar en el tiempo los inconvenientes del actual modelo energético que no deben excusarse simplemente porque el recurso que se quiera explotar sea autóctono.
  • Nos encontramos frente a un recurso que arroja dudas sobre su viabilidad, no sólo ambiental sino también desde el punto de vista socioeconómico. No se han realizado, bajo nuestro punto de vista, los estudios y prospecciones suficientes como para afirmar rotundamente de que disponemos de un volumen de reservas adecuado y suficiente para satisfacer las necesidades del país. Como dato a tener en cuenta, subrayamos el rápido agotamiento de los pozos y la limitada idoneidad geológica del territorio español para este tipo de explotación. Por otro lado, no se han estudiado o concretado los efectos de la práctica tanto en el medio como en el largo plazo. Por tanto, deben tenerse en cuenta las opiniones de los diferentes grupos de expertos y/o científicos conocedores o estudiosos de la técnica.
  • En la extracción de gas no convencional se intuyen unos costes de explotación muy elevados, basándonos en la certeza de que España no cuenta con el tejido industrial, instalaciones, expertos y servicios suficientes y adecuados. Costes que, por ejemplo, no tiene EEUU ya que cuenta con medios y recursos que le permiten abaratar costes y, por ende, el precio final del gas. Así, España tendría que acudir a EEUU e importar su tecnología, hecho que haría disparar los precios.
  • Creemos que, si finalmente se decide apostar fuertemente por los proyectos de Fracturación Hidráulica como uno de los pilares de la estrategia energética del país será necesario justificar y razonar adecuadamente esta apuesta por el bien común, así como la idoneidad de nuestro territorio, las posibles afectaciones y la cobertura legal de los proyectos. Sólo así se garantizará, desde el punto de vista global de la sostenibilidad (social, ambiental y económica), la viabilidad de los yacimientos de gas no convencional.
  • Existe la preocupación sobre la respuesta que puedan dar las distintas administraciones a esta novedad pues pese a que alguna administración autonómica ya ha prohibido la técnica, muchas administraciones pueden caer en la tentación de abrir las puertas a la Fracturación Hidráulica sin tener en cuenta los informes y estudios realizados, ante la posibilidad de obtener una nueva y accesible fuente de financiación, así como la promesa de nuevos empleos para la población en un contexto de crisis como el actual.
  • Apoyamos, en la línea de otras asociaciones y expertos en materia energética, en cuanto a la necesidad de una planificación estratégica en el ámbito energético que tenga como eje central el cumplimiento de unos objetivos ambiciosos de reducción de emisiones, desarrollo de las renovables e incremento de la eficiencia.
  • En los casos de explotación del recurso, debe fomentarse un equilibrio entre la viabilidad económica y los impactos sobre el medioambiente en el corto y medio plazo. Se debe de garantizar también que, mediante los pertinentes estudios, los posibles impactos potenciales que pudieran surgir en un escenario de post-explotación, serán prevenidos, corregidos y controlados mediante un estricto programa de vigilancia y control ambiental.
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