La gestión ferroviaria privada debe cumplir una estrategia de sostenibilidad y protección ambiental

 

El Ministerio de Fomento de España ha anunciado que abrirá la oferta para que empresas privadas puedan entrar en el negocio del transporte de viajeros por ferrocarril, hasta ahora reservado a la operadora pública Renfe.  Esta gestión supondrá la puesta en marcha de grupos de empresas constructoras, de servicios y de distribución que deberán desarrollar una estrategia que permita la sostenibilidad y protección de Medio Ambiente, una tarea propia de un ambientólogo.

En la actualidad, RENFE dispone de la estrategia “Un tren de valores”, que reúne, entre otros compromisos, la sostenibilidad y la protección del Medio Ambiente. Entre los objetivos que engloba este compromiso se encuentran la reducción de las emisiones de CO2 a partir del control del consumo eléctrico y el uso de energías renovables, así como la reducción de emisiones acústicas.

Las empresas privadas que exploten nuevas líneas ferroviarias deberán de llevar a cabo, además de una correcta política ambiental, la observación del paisaje vinculadas a los nuevos trayectos con el fin de evitar impactos ambientales. Además, deberán establecer el cálculo de la Huella de Carbono, así como su control, registro y reducción. Estas actuaciones, así como las relativas al mantenimiento de trenes y equipos desarrolladas por empresas auxiliares, deberían llevarse a cabo por un ambientólogo experto en la gestión ambiental.

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